El Gobierno valenciano ha sacado a concurso 12 canales comarcales de televisión digital terrestre. Esta información se podía leer en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana donde se ha publicado la convocatoria de concurso público para otorgar licencias a televisiones locales que emitan en abierto.
Estas 12 licencias son las mismas que ya quedaron vacías de titular en 2016 en ocho demarcaciones, entre las que se encuentra la nuestra: la de Utiel-Requena, donde están libres 3 programas.
Este nuevo decreto regula, por primera vez, un procedimiento específico para conceder licencias estableciendo unos mínimos criterios de valoración. Estos son algunos de los puntos que se valoran:
El concurso reserva una licencia para los servicios de comunicación audiovisual sin ánimo de lucro y limitará al 30% las licencias convocadas para un mismo operador ” para evitar posiciones dominantes en las emisiones de TDT”.
Se premiarán las programaciones dirigidas a diferentes audiencias y con contenidos pensados para colectivos en riesgo de exclusión social. Se valorará positivamente la programación accesible, subtitulada y con audiodescripción. Además, otro de los criterios a valorar es las emisiones íntegras en valenciano en las zonas valenciano hablantes. Para el caso de los canales en Utiel- Requena, este criterio se ajusta, dando mucho menor peso al criterio de horas de emisión en valenciano.
Otra de las excepciones para el caso de Utiel-Requena es que se debe describir el equipamiento técnico y sus características. Sin embargo, no será necesario incluir manual técnico ni copia de las características generales del equipamiento técnico.
Además, la norma pide el “compromiso fehaciente de no emitir contenidos relacionados con la televenta, concursos telefónicos, chat de contactos, juegos de azar y apuestas”. Las licencias audiovisuales serán otorgadas por un plazo de quince años y se renovarán automáticamente.
Las televisiones continúan siendo un medio de comunicación influyente, sin embargo, el primer trimestre de 2018 marcó el mínimo histórico de consumo de TDT frente al aumento de las suscripciones a la televisión de pago o los sistemas bajo demanda, que crecen, aunque todavía en cifras muy distantes a las que obtiene la televisión.